Aunque a las redes sociales las podemos describir como algo relativamente reciente, este fenómeno es bastante más antiguo. No hace mucho, en el ámbito político, se pensaba que el referéndum del “Brexit” favorecería a los interesados por mantener a Inglaterra dentro de la Unión Europea, también era evidente que “todo el mundo estaba con Hillary” y un tanto similar sucedía con los acuerdos de paz en Colombia. En todos los casos los movimientos en redes sociales tenían un favorito, pero las situaciones en el mundo real se resolvieron de manera totalmente opuesta: los ingleses votaron por su salida, Trump es presidente, etc. Muchas personas parecían comprometidas, pero a final de cuentas su decisión final fue otra.

¿Por qué, aunque tengo muchos Likes, no tengo muchas ventas?

“Mi sensación de progreso se basa en la ilusión de que las cosas a mi alrededor no van a cambiar mucho y que finalmente he logrado un poco de dolor sobre ella” Hugh Prather

Este efecto también lo solemos ver en el mundo de las ventas de productos y servicios, solemos ver muchas personas interesadas en nuestra marca o producto, muchas siguen nuestros perfiles en redes sociales, a veces miles de personas y nos pasa por la cabeza el pensar “si cada uno gastara un dólar en mi negocio, ya sería millonario”, pero no es así, a la hora de las compras, vemos que es quizá el 10% cuando mucho de ese total realiza compras a nuestro favor.

¿Por qué sucede esto?

Algunas veces tiene que ver con la razón por la cual las personas nos siguen en las redes, los famosos sorteos o rifas de productos o servicios, hacen que algunas personas se acerquen a la marca, pero finalizado el sorteo (y sobre todo si no se resulta ganador, lo cuales la gran mayoría) la atención en la marca como tal se pierde.

Muchas veces por un tema de falsa expectativa propia, como clientes, nos emocionamos por ver crecer nuestra marca (en Likes) hasta que nos damos cuenta que el usuario promedio de Facebook (por ejemplo) sigue una página sin mayor razón más que la curiosidad o algún interés cercano (lo cual no está para nada mal, ya que es un grandioso inicio) pero pensar que una persona que tiene curiosidad por mi marca y un comprador son lo mismo, es el error al que nos enfrentamos.

Entonces ¿es inútil enfocar mis esfuerzos en hacer crecer mi marca en redes sociales?

Para nada, el crecimiento de la marca es el inicio, el punto de partida, pero al mismo tiempo es nada más que eso. Convertir a nuestros seguidores en compradores, es un proceso, hacer que su curiosidad se transforme en interés (lo cual ya va siendo algo más cercano a una compra) es un trabajo que implica otro tipo de comunicación, una comunicación por ejemplo que ya no se base en generar atracción, sino en rellenar alguna necesidad, solventar algún vacío, eso que nos falta para concretar una venta, luego de que nuestro posible comprador ya tienen nuestra atención y solo le falta aclarar alguno que otro detalle.


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