Hace poco leí un comentario de un profesional de la comunicación, un veterano en realidad, el cual comentaba que la principal diferencia en la dinámica de trabajo de una agencia de publicidad de hace 15 años y de hoy en día, es la velocidad con que se deben conseguir resultados.

Decía que hace más de una década, una campaña duraba 1 año por lo menos, la cual conseguía penetrar en la mente del consumidor y finalmente llevaría a aumentar los índices de ventas, hoy en día, se cuenta apenas con un par de meses para lograr un objetivo similar.

La pregunta que nos hacemos es ¿es real este cambio? ¿Se obtienen los mismos resultados con menor inversión y en un tiempo reducido? La respuesta es claramente no, las campañas publicitarias no impactan como antes, por estas razones, a las cuales debemos sumar el factor de las distracciones, todos estamos en el mismo problema, todos trabajamos más rápido, producimos más campañas y hay mucho más ruido, hacer que un público determinado se concentre en una idea e algo es más complejo.

Dando un paso más hacia atrás nos surge una pregunta más ¿Por qué se quiere obtener resultados más rápido? Si la razón fuera por la necesidad de desarrollo comercial o porque queremos acelerar la curva de aprendizaje pues sería más que razonable, muchas veces se cae en la tentación de querer resultados más rápidos, por el simple hecho de que nos aburrimos de esperar y olvidamos que todas las cosas tienen su ritmo, las grandes marcas consiguieron estar donde están gracias a un esfuerzo continuo de años, y si bien hoy en día con cualquier ademán que haga, consiguen muchos “likes”, eso es en realidad un valor ganado con paciencia y esfuerzo, bien se lo merecen.

La conclusión es, el esfuerzo sostenido es la clave, por más velocidad no siempre implica éxito, pues no debemos olvidar esa vieja frase que dice “es mejor malo conocido, que bueno por conocer”, recordemos que por lo menos en Centroamérica la mayoría de los consumidores son tradicionales, apoyan una forma de pensar que ha sido la misma por años (como prueba están los partidos políticos que llevan décadas en el poder).

No quiero decir que la lentitud es una pauta, pero en este caso, la estrategia, la buena planificación y una comunicación de calidad, a la larga nos darán mayores resultados que aquellas campañas que tengan como objetivo la “prisa por salir”.


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